viernes, 4 de enero de 2013

El pueblo gomero sigue pidiendo responsabilidades




El incendio que azotó La Gomera el pasado 4 de agosto, dejó una gran huella en los corazones gomeros. Una tragedia, que marcó un antes y un después, creando una gran indignación entre los que viven o vienen a pasar sus vacaciones en la isla.

Desde el año 1984, la Isla Colombina no sufría un incendio de tal envergadura. La población se encuentra indignada con la catástrofe sufrida, por la que muchos vecinos se quedaron sin casas, animales, cultivos u otras pertenencias. El fuego recorrió media isla, arrasando el 20% de su superficie y afectando así a cuatro espacios naturales (Parque Rural de Valle Gran Rey, Monumento Natural de La Fortaleza de Chipude, Paisaje Protegido de Orone y Parque Nacional de Garajonay), además de las casi 60 viviendas que quedaron totalmente calcinadas, y otras en las que el fuego dejó serios daños.
Por otro lado, según informa el Cabildo Insular de La Gomera, el total de hectáreas quemadas es de 2.924, de las cuales 720 pertenecen al Parque Nacional.

Sentir popular
En La Gomera nadie podía imaginarse que el incendio alcanzase aquellas dimensiones, por lo que la población defiende que esto debería ayudar a tomar las medidas necesarias que eviten un nuevo desastre. Critican la excesiva burocracia y los numerosos protocolos de los planes de emergencia que se llevaron a cabo. Los vecinos reprenden a los efectivos: “Deberían actuar ante el primer aviso de incendio, dejando atrás los famosos niveles’ con los que nos marearon como una montaña rusa”. Asimismo se encuentran disconformes con el trato de las autoridades, recriminando la escasa información que recibieron.
La opinión generalizada es que “se han hecho las cosas mal”, a pesar de que se unieron una serie de factores tales como la fuerte ola de calor, la orografía y la indiscutible acción de los incendiarios. Pero la población asegura “que pudo haberse evitado tremenda catástrofe si se hubiese actuado de manera responsable”, ya que a su juicio los medios aéreos del Estado no tenían que haber abandonado la isla ante una ola de calor que había sido anunciada previamente.
La Isla Colombina exige “una base permanente en las islas o una unidad helitransportada como la que tiene La Palma, que cuente con los medios necesarios para evitar catástrofes de esta magnitud. Además, afirman que el incendio tardó demasiado en pasar a manos del Gobierno de Canarias, puesto que desde un principio se sabía que el Cabildo Insular de La Gomera no se podía hacer cargo, por el gran alcance de las llamas.
Como consecuencia del descontento generalizado, la población ha optado por unirse. En la isla se han creado por primera vez dos asociaciones legales: “Plataforma Valle Gran Rey” y “LaGomeraSeMueve”. A través de estas se ayuda a los damnificados y exigen a las administraciones públicas la depuración de responsabilidades. Además han convocado manifestaciones donde miles de gomeros exigen dimisiones ya que, para ellos, “lo que ha ocurrido en la isla es una negligencia”.






Reacción lógica
El psicólogo del Cabildo Insular de La Gomera, Sergio Ginoria Pérez, destaca la situación de angustia y miedo sufrida por la población gomera durante y después del incendio, ya que “lo que estaba en juego no era solo una casa, era su vida”. El achaque constante a las autoridades y el buscar responsabilidades políticas, le parece una reacción lógica ya que las personas, al atravesar situaciones de este tipo, tendemos a buscar una explicación. Eso es lo que te va a ayudar a explicar por qué ocurrieron las cosas.
Asimismo, Ginoria destaca que “la mente humana no es capaz de enfrentarse al hecho de que las cosas ocurren porque sí y siempre se rellena con algo: una explicación, una mala gestión…” Ante esto, se encuentran sobre todo las personas que se quedaron en sus casas, las que, a pesar de haber sido evacuadas, permanecieron en sus hogares para proteger sus pertenencias. Tal y como señala Sergio, “no es fácil huir y dejarlo todo atrás”.


Medios suficientes
La versión oficial de cómo ocurrieron los hechos dista bastante de lo que opinan los gomeros.  El Agente de Medio Ambiente del Cabildo Insular de La Gomera, Antonio Piñero, señala al pirómano como único responsable, que consiguió que se descontrolara la situación y se extendiera. Asimismo, cree que la isla cuenta con los medios suficientes, ya que “son los adecuados para el número de incendios que se producen anualmente, las dimensiones de la isla, la orografía, etc.”
Al igual que la población gomera, no se encuentra satisfecho con la extinción. El agente manifiesta su disconformidad, puesto que “el incendio alcanzó unas dimensiones que no eran previsibles”. Además, destaca el año de sequía que sufre la isla, lo que propició que ardiera vegetación que se encontraba completamente seca.
Desde el punto de vista técnico, las cosas se han hecho bien. Tal y como señala Piñero “las decisiones fueron tomadas con lo que venía estipulado, se bajó de nivel porque había que hacerlo, el incendio estaba estabilizado y ya no existían frentes...”
Sin embargo, afirma que en la isla no se llevan a cabo políticas de prevención de incendios y que se centran mucho en las labores de extinción. El error, según él, se encuentra en la falta de previsión. Por ello, “se deben mantener los cortafuegos que se crearon con motivo de la extinción, hacer nuevos y mantener las pistas limpias”.

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